Subida al Aneto por la Renclusa

Después de unos cuantos años retrasando el evento, este finde he subido con unos amigetes al Aneto desde la Renclusa. Rafa, Toni y Jesús eran los valientes.

Arrancamos el sábado a primera hora de la mañana en Castellón. Después de una parada en Benasque para reponer fuerzas (grandioso el morro frito y el revuelto de morcillas) dejamos el coche en el Hospital de Benasque y cogimos el bus que nos llevó hasta la Besurta.

Desde la Besurta arrancamos la caminata. Subimos hasta el refugio haciendo un pequeño rodeo, ya que primero fuimos a ver "Els Aigualluts" y de ahí al refugio. No estuvo mal el arranque para soltar las piernas y marcarles lo que iban a sufrir al día siguiente. Después de una gran cena (aparte de algún gusanito rebelde) con un buen vino, nos fuimos a descansar. El refugio estaba genial, pues teníamos una habitación con baño para 6 personas (se nos unieron 2 amigos de Jesús).

El domingo a las 05h00 tocaban diana, y al poco ya estábamos desayunando en el refugio (el desayuno, flojito). Después de ultimar cosas y de recoger un poco, a las 06h05 salíamos del refugio destino a la cima del Aneto.

Las primeras rampas eran bastante duras y enseguida empezó a sobrarnos parte de la ropa que llevábamos.

La morrera se hizo bastante dura, pero menos de lo que esperábamos... al menos de subida ;)

En la última pala antes del portillón superior el terreno se empinaba mucho, pero los escalones en la nieve eran muy claros y muy cómodos.

Una vez llegas al portillón ya ves la cima del Aneto (si no hay niebla). La vista es espectacular. Puedes ver toda la huella en el glaciar y cómo la gente que se ve en el collado Coronas es imperceptible.

Después tenemos un buen rato por el glaciar. Se extrañan los crampones pero al momento son parte de tus piernas.

A medida que se acerca la última pala, su pendiente impresiona cada vez más.

Y por último el archicomentado paso de Mahoma. A mi me pareció muy fácil, pero la verdad es que aquí lo que más trabaja es el coco... que de escalar ya está algo entrenado, jeje.

Por fin, la foto en la cima con la cruz detrás.

Había quien pasó el paso con cuerdas, sobre todo los que iban con monitores, pero a mi me pareció más peligroso que hacerlo solo y sin material.

Por último, fuimos la envidia de toda la antecima, pues mientras ellos comian barritas y demás, nosotros comimos con pan, jamón, queso y por supuesto, un buen Ribera del Duero.

Bajando Jesús tuvo un percance y bajamos a su ritmo. Como no sabíamos el alcance de la lesión, no quisimos que parara para que no se enfriase. Al final todo se quedó en un pequeño susto: un esguince.

Y por supuesto, al pasar por la Renclusa, Rafa y Toni no dudaron en cargar con bebida isotónica energizante,  jeje.